Material noble por excelencia y piedra 100% natural, ya se utilizaba hace miles de años para la realización de piezas escultóricas. Hoy en día tiene una infinidad de aplicaciones y sus diferentes tonalidades y combinaciones con otro tipo de materiales, nos llevan a creaciones siempre elegantes y para todo tipo de estilos, pudiendo optar por ambientes más clásicos o modernos.
Su dureza y resistencia
Su textura natural 100%
Las tonalidades con las que nos permite jugar
Ideal para espacios húmedos
Es de fácil limpieza
No pierde belleza con el paso del tiempo
Es uno de los mármoles más conocidos. Destaca por su tonalidad blanca con pequeños reflejos grisáceos y azulados que le dan un aspecto sofisticado. Nuestro modelo, con nervios sin marcar del todo, más bien difusos, combina muy bien con maderas como el roble o lacados en tonos claros u oscuros. Aunque nos inspire una apariencia clásica, según la combinación del resto de elementos, se puede generar contraste y lograr un estilo ecléctico.
Extravagante, intenso y singular en su mezcla de tonos verdosos claros en forma de pequeñas manchas sobre su fondo verde oscuro. Este mármol, considerado uno de los más majestuosos, destacará sobre acabados claros o maderas, si se quiere dar protagonismo a un único elemento, o resaltará si se combina con acabados igual de intensos. Dependerá de si se busca algo más relajado o más recargado.
Conocido también por ser una opción para todo tipo de ambientes y aplicaciones, sus vetas blancas e irregulares contrastan con su base en negro, dándole un efecto pizarra. De grano muy fino y compacto, nuestro modelo tiene una presencia de vetas mediana (ni muchas y gruesas ni muy pocas), aunque se pueden encontrar más variedades. Los tonos crema o su mezcla con materiales similares pero que generen contraste, harán lucir cualquier encimera o lavabo de este acabado.
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